Tras la experiencia de la instalación de ascensor en el centro educativo situado en Bilbao, el centro, que está formado por varios edificios, solicita que se ejecute una pasarela que comunique el edificio inferior con el comedor situado en el superior, de forma que los alumnos no se mojen cuando llueve y se dirigen al comedor.
La premisa fundamental en este proyecto es su provisionalidad, ya que el centro planea en un futuro ampliarse por lo que la pasarela se desmontaría.
Se opta por un diseño totalmente desmontable, en el que todos los materiales son reciclables. De forma que llegado el caso, se puedan reutilizar en su totalidad. Se proyecta una estructura de madera laminada y un cierre de policarbonato.
Se da continuidad a la idea de triangulación que predomina en la fachada, pero en esta ocasión cambiando los planos de escala, realizándolos más grandes y llevándolos a la cubierta de la pasarela también. Se utiliza el policarbonato para introducir colores, de forma que permitan el paso de luz tintada, convirtiendo la pasarela en un espacio alegre para los estudiantes.